El estañado por inmersión en caliente es una técnica de modificación de superficies que se utiliza para aplicar recubrimientos metálicos a piezas de trabajo sumergiéndolas en un baño de metal fundido. Este proceso se usa comúnmente para prevenir la corrosión de sustratos o mejorar la conductividad y el rendimiento de abrasión.
El proceso de estañado por inmersión en caliente consta de varios pasos:
Preparación de la superficie: La pieza de trabajo se limpia a fondo para eliminar cualquier capa de suciedad, grasa u óxido. Este paso asegura una buena adhesión del recubrimiento de estaño al sustrato.
Fundente: A continuación, la pieza de trabajo limpia se sumerge en un baño de fundente. El fundente ayuda a eliminar los óxidos restantes y promueve la humectación del estaño fundido en la superficie de la pieza de trabajo.
Inmersión: Después del fundente, la pieza de trabajo se sumerge en un baño de estaño fundido. La temperatura del baño de estaño normalmente se mantiene entre 230°C y 300°C (446°F y 572°F). La pieza de trabajo se mantiene en el baño durante un tiempo específico para permitir que el estaño se adhiera a la superficie.
Eliminación del exceso de estaño: Una vez que se retira la pieza de trabajo del baño de estaño, el exceso de estaño se elimina limpiando o sacudiendo la pieza de trabajo. Este paso asegura un espesor uniforme y controlado del recubrimiento de estaño.
Enfriamiento y solidificación: se deja que la pieza de trabajo se enfríe y el recubrimiento de estaño se solidifica para formar una capa protectora en la superficie.
Es importante tener en cuenta que el estañado por inmersión en caliente es diferente de la galvanoplastia con estaño. El estañado por inmersión en caliente implica sumergir la pieza de trabajo directamente en un baño de estaño fundido, mientras que la galvanoplastia con estaño implica depositar una capa de estaño sobre la pieza de trabajo mediante un proceso electroquímico [3].